Quant estàs disposat a pagar per tenir un munt de seguidors? Tot té un preu. I a les xarxes socials, la popularitat, determinada popularitat, també. Això sí, de seguidors, com d’amics, n’hi ha de moltes menes. Vigila que no t’engaltin un zombi, tal i com explica en Josep Bargallo en el següent article.
“Mi novio es un zombi”… y la mayoría de mis seguidores de twitter también…
Con cada vez más frecuencia, las empresas y los particulares sienten la necesidad de ver crecer el número de seguidores en las redes sociales, de hecho y sobre todo, desean verlos crecer más y más rápidamente que la competencia.
A nivel particular muchas veces esta necesidad se revela en una especie de autoengaño inofensivo debido al propio ego. Debido a definición amplia del término “amigo” en Facebook que vendría a significar “persona que alguna vez ha estado a menos de diez metros de ti”; es habitual felicitar el cumpleaños a compañeros de escuela a los que no has visto en treinta años o a personas que te recuerdan aunque tú no los recuerdas a ellos (hecho común cuando se ha sido formador o ha estado en un departamento de atención al cliente muchos años).
Este hecho tiene aspectos positivos, ya que muchas veces te permite reencontrarte con gente interesante de los que la mecánica de la vida te ha separado, o ver cómo han cambiado y evolucionado amigos y conocidos de los que habías perdido la pista. Es importante pero que las redes sociales permitan gestionar estos “amigos” de forma eficiente como ya explico en un post anterior Marc Torrano.
No obstante en el caso de “celebrities”, políticos en campaña, empresas de servicios o simplemente egos sobredimensionados, el hecho de tener más y más seguidores, puede coinvertirse en una obsesión, sino una necesidad. Es el caso por ejemplo de políticos de primera fila como Mariano Rajoy, François Hollande, Barack Obama o Mitt Romney que no pueden permitirse tener menos seguidores que sus rivales, ya que el número de seguidores es utilizado como indicador de su popularidad política.
Muchos de ellos solucionan el problema (de forma poco honesta según mi opinión) tirando de talonario. Paginas como usocial.net o seguidoresentwitter.net ofrecen aumentar de forma significativa los seguidores en twitter. Otras como comprarseguidores.net prescinden de los eufemismos y anuncian claramente lo que ofrecen: seguidores a cambio de dinero.
La explicación “políticamente correcta” es que sus servicios son demandados por empresas y páginas web “que quieren darse a conocer y no pueden permitirse empezar de cero”, ya que según estas empresas cuanto más popular aparentas ser, más seguidores reales acabas captando. El olvido del precepto que muchas veces es más importante la calidad que la cantidad ya se comento en un post anterior sobre “Fans, Lectors i Seguidors”.
El precio a pagar depende finalmente de si los seguidores son reales o simplemente programas informáticos que controlan cuentas falsas, lo que se denomina comúnmente “zombies”. Si no eres excesivamente exigente puedes obtener unos 25.000 seguidores por unos 350 dólares, un precio asequible hasta para cualquier persona con un ego sobredimensionado. Sean reales o no, los seguidores conseguidos de esta manera no consiguen el objetivo último de las redes sociales, crear una comunidad a tu alrededor.
Así pues un community manager o un gestor de servicios que se deje la piel, tratando de conseguir seguidores mejorando los contenidos y haciendo atractivo el perfil social de la empresa, tal vez no tendría que preocuparse mucho si la competencia directa crece de forma desmesurada. A lo mejor no lo está haciendo mejor que tú, simplemente como el titulo de aquella gran película sabe que “los seguidores de twitter tenían un precio”.